Las microesferas son pequeños elementos plásticos que hasta hace poco se encontraban en muchos productos para el cuidado de la piel. Tienen el propósito de exfoliar las células muertas de la piel y del rostro. Pero, a menos que se tenga cuidado, estos pequeños elementos plásticos pueden alojarse en el ojo y rayar la córnea, la superficie transparente en forma de cúpula que recubre el frente del ojo.
Además, estas microesferas y otros elementos, cuyo propósito es raspar y exfoliar la piel, representan un peligro similar. Los culpables clásicos son los limpiadores de albaricoque que contienen cáscaras de nueces de nogal, la piedra pómez, el azúcar y los residuos de café — que se utilizan como ingredientes exfoliantes activos.
La oftalmóloga, Dra. Laurie Barber, extrajo microesferas del ojo de una paciente que utilizaba un limpiador facial justo antes de dormir. Durante un examen ocular, la Dra. Barber descubrió una pequeña esfera transparente que se había incrustado detrás del párpado superior de la paciente produciéndole una abrasión corneal.
La mayoría de las abrasiones corneales sanan por completo sin ningún efecto permanente en la visión. Un rayón más profundo en el ojo puede producir una cicatriz en la córnea, o aún peor, una úlcera corneal. La úlcera corneal es una herida profunda que puede dañar permanentemente la visión e incluso, a menos que se trate, pueden llegar a producir ceguera.
Los síntomas de abrasión corneal incluyen:
- Sensación de arena en el ojo
- Exceso de lagrimación
- Enrojecimiento del ojo
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz
Hay ahora una ley en Estados Unidos que prohíbe las microesferas en productos de cuidado personal. Hay también la preocupación por las pequeñas microesferas plásticas y el impacto que producen en la vida marina. Las buenas noticias son que se dispone ahora de muchos productos en el mercado libres de microesferas plásticas y otras sustancias dañinas para los ojos.
Considere los siguientes consejos al limpiar su cara:
- Use productos de cuidado personal libres de microesferas y exfoliantes abrasivos.
- Lávese las manos antes de lavarse la cara. Esto evita que entre cualquier elemento abrasivo o suciedad a los ojos.
- Al secar su rostro, palméelo con la toalla, no lo frote. Esto puede evitar que entre cualquier elemento a los ojos.
- Si entra algún producto del cuidado de la piel a los ojos, lávelos de inmediato con agua fría limpia.
- No se frote el ojo. Frotar el ojo puede rasguñar la córnea.
- Consulte a un oftalmólogo si los síntomas no desaparecen o si empeoran. Un oftalmólogo puede resolver fácilmente el problema y le puede ayudar a tomar decisiones seguras acerca de los productos para el cuidado de la piel.
Beatrice Shelton / AAO